sábado, 14 de mayo de 2011

12.-LA MASCARA- LA LIBERTAD-LA SOLEDAD-YO.

Cae la tarde y con ella un velo en mi corazón. Menos mal, el tamaño de esa cubierta antes abarcaba mi ser entero, ahora, solo cubre mi corazón, pero empaña mis ojos.
Es la soledad,que encuentra un resquicio y sale a mirar, se proyecta del corazón a la mente y humedece los ojos. Muchas tardes. Se junta eL atardecer con el silencio, con el cambio de armas; cierro el negocio, me desentiendo de el y paso a lo que llamo mi casa, ese espacio solo que disfruto y me disgusta. Este espacio que a veces me gana y me cae encima, y de vez en cuando ataco y pulo y me alegra.
El silencio se llama soledad, soledad, ausencia de personas; ya no mas buscarlas, ya no mas fingir amistades, ¿para que? Esa amistad que surge de un lado y llega al otro que sonrie y festina, pero se apaga la fuente una y el receptor del que hablo, no da señales, está muerto, insensible. No dice : te extraño, ¿ donde estabas, como estás, que ha sido de tu vida? No, no dice nada, como si no existieran....entonces, no somos unión, ni comprensión, ¿que serán? ¿Receptores muertos que reviven al contacto con la magia de mi plática y mi sonrisa, tanto así? Nunca lo había pensado de ese modo, quizá estén muertos, quizá por eso de ellos no brota nada espontáneo, tan solo por estimulación; quizá estén sepultados bajo la rutina y lo que llaman preocupaciones, trabajo, quizá esa sea La máscara : el trabajo, las ocupaciones son su vida y una vez acabada ésta, mueren como títeres que ha soltado el titiritero.

¿ Y donde quedo yo? Yo acciono, no reacciono, pero noto ahora, que no en el grado suficiente, pero es que me cansa ese descubrimiento. Parezco niño que juega a patear la lata, se divierte claro que si, se divierte y la lata 'juega con el', pero una vez que se cansa, la lata no viene a el ni corre para seguir el juego.
Yo no quiero jugar con latas, yo no quiero hablar tan solo con el espejo, yo quiero gente viva que sepa que es su turno de mover y que lo haga; yo quiero otros como yo, que salen, buscan, inventan, invitan.... Por eso el dejo de soledad es instantáneo y pequeño porque se que si se acaban las compañías, todavía dentro mío tengo una inmensidad a la que puedo acceder y hasta donde podría perderme, pero eso si, enriquecerme cada vez que entro ahí.
Entonces corro a la soledad, porque cada uno tiene su sitio y su estilo, porque puedo seguir, con mi yo, con los que tienen un Yo aunque estén tan lejos, con aquellos que me necesitan porque me aman.

No hay comentarios: