Realmente, la música es una sensación y una sensación en extremo placentera.
Sax, escuchándolo no me iría a dormir nunca, a menos que fuera contigo.
Escuchando sax, lo que quiero es bailar a tu lado, bailarín imaginario, deslizarnos en la pista con la suavidad de la seda.
Se despierta la sensibilidad de la piel, palpitan las venas llevando calor y rubor con tanta música preciosa tocada con maestría en un sax dominante.
Sax y tu.
sábado, 18 de mayo de 2013
lunes, 6 de mayo de 2013
' VIUDA'
Señora, que viste de pronto cegada la vida de tu compañero; señora que te deshiciste en pedazos ese día y resurgiste, recogiste tus piezas y trataste de parecer otra vez persona completa, aunque de entre tus trozos mal puestos chorreara dolor y en tus ojos continuara el llanto para poder ver el camino y la cara de tus hijos y que diste uno y dos y tres primeros pasos porque la vida no podía dejarte atrás, no por ti que quizá pensabas en morirte también, si no por ellos, por tus hijos y primero fueron los aspectos legales, luego los económicos y hacer tres comidas al día y consolar a tus hijos y a ellos , si, a ellos reconstruirlos con mucho cuidado para hacer los mas fuertes, mucho mas, pero no mas duros, ni menos niños.
Y te fuiste yendo junto a la vida y tus junturas se han ido acomodando solas y cerrando las hendiduras y quizá, atenuando el dolor y hoy a muchos días de aquel drama, ni has tenido tiempo de verte en lo que has crecido y del nuevo lugar que ocupas en la familia y en la sociedad, ni en la admiración que hay en los ojos de los que te conocen y te han visto luchar y crecer.
Fuiste un ejemplo de mujer, de fuerza herida por el rayo del infortunio sorprendente y de ave fenix resurgida del desastre.
La admiro, señora. Y veo como bates tus alas empezando a querer intentar nuevos vuelos; hoy estás mas ligera de espíritu, pero yo se que aunque el dolor pesa menos, el recuerdo no muere nunca.
Recuérdalo a él con paz, con amor y con una sonrisa. Y disfruta de tus hijos compartiendo su amor todos los días, por que al fin, por otro camino, pero también ellos partirán.
Y te fuiste yendo junto a la vida y tus junturas se han ido acomodando solas y cerrando las hendiduras y quizá, atenuando el dolor y hoy a muchos días de aquel drama, ni has tenido tiempo de verte en lo que has crecido y del nuevo lugar que ocupas en la familia y en la sociedad, ni en la admiración que hay en los ojos de los que te conocen y te han visto luchar y crecer.
Fuiste un ejemplo de mujer, de fuerza herida por el rayo del infortunio sorprendente y de ave fenix resurgida del desastre.
La admiro, señora. Y veo como bates tus alas empezando a querer intentar nuevos vuelos; hoy estás mas ligera de espíritu, pero yo se que aunque el dolor pesa menos, el recuerdo no muere nunca.
Recuérdalo a él con paz, con amor y con una sonrisa. Y disfruta de tus hijos compartiendo su amor todos los días, por que al fin, por otro camino, pero también ellos partirán.
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